Cada 15 de agosto, Sevilla se detiene. Las calles vibran con un fervor que se siente en cada rincón de la ciudad, cuando los sevillanos rinden homenaje a su patrona, la Virgen de los Reyes, en una de las tradiciones más arraigadas y veneradas de la capital andaluza. Este día, conocido como el día de la Asunción, es mucho más que una celebración religiosa; es un reflejo de la profunda devoción que Sevilla siente por la Virgen, una devoción que ha vertebrado la piedad popular de la ciudad a lo largo de los siglos.
En este 2024, tras un año marcado por la conmemoración del 775 aniversario de la restitución del culto cristiano en la ciudad, la procesión de la Virgen de los Reyes se presenta con algunas novedades estéticas que subrayan la importancia de este evento en el calendario religioso y cultural de Sevilla.
La Virgen de los Reyes: Historia y Devoción
La historia de la Virgen de los Reyes está intrínsecamente ligada a la historia de Sevilla. Se dice que la imagen fue un regalo del rey San Fernando en agradecimiento por la reconquista de la ciudad en 1248, y desde entonces ha sido objeto de veneración por parte de los sevillanos. La Virgen de los Reyes es más que una simple imagen religiosa; es un símbolo de identidad, una figura que ha acompañado a la ciudad en sus momentos de gloria y en sus tiempos de adversidad.
La devoción a la Virgen de los Reyes ha perdurado a lo largo de los siglos, y cada año, la procesión de tercia que se celebra el 15 de agosto se convierte en el punto culminante de esta veneración. Miles de fieles acuden a la Catedral de Sevilla para presenciar el paso de la Virgen, que sale a las calles en un recorrido que no ha variado en décadas, manteniendo así una tradición que sigue viva en el corazón de los sevillanos.
La procesión de este año presenta algunas novedades estéticas que reflejan la continua evolución de esta tradición. En primer lugar, la imagen de la Virgen de los Reyes lucirá el manto rojo de la duquesa de Montpensier, una pieza de incalculable valor histórico y artístico que rara vez se muestra al público. Este manto, donado por la infanta María Luisa Fernanda de Borbón en el siglo XIX, es un símbolo de gratitud y devoción personal hacia la Virgen. Su elección para este año se debe a que el manto verde, habitualmente utilizado, se encuentra en proceso de restauración.
Además del manto, la Virgen estrenará unos nuevos pecherines, confeccionados por Javier Sánchez de los Reyes, que siguen el modelo clásico de las piezas anteriores, originalmente ideadas por las hermanas de la Cruz y la camarera María Dolores Gálvez, conocida como Lolina. Estos pecherines representan la mezcla perfecta entre tradición y renovación, al mantener el estilo clásico al tiempo que incorporan elementos nuevos.
Este año también se cumple el centenario del particular palio de tumbilla que protege la imagen de la Virgen durante la procesión. Diseñado en 1924 por el arquitecto Juan Talavera, este palio es una obra maestra de la arquitectura efímera, que combina elementos del paso de la Virgen de las Aguas del Salvador con detalles originales. Los varales de plata que lo sostienen conservan aún motivos vegetales y castillos, procedentes del primitivo paso dieciochesco, y su conjunto sigue siendo uno de los mayores tesoros patrimoniales de la Semana Santa sevillana.
El 15 de agosto, la jornada comienza temprano en Sevilla. A partir de las 5:30 de la mañana, la Catedral abre sus puertas para acoger a los cientos de peregrinos que asisten a las misas previas a la procesión. Estas misas, que se celebran a las 5:30, 6:00 y 6:30, marcan el inicio de un día cargado de emociones y espiritualidad.
A las 7:30, la procesión de tercia da comienzo con la salida de los niños carráncanos de la Sacramental del Sagrario, quienes abren el cortejo. A las 8:00, la Virgen de los Reyes sale de la Catedral por la Puerta de los Palos, iniciando su recorrido tradicional por las calles de Sevilla. El itinerario, que ha permanecido inalterado a lo largo de los años, pasa por la Plaza de la Virgen de los Reyes, la Avenida de la Constitución y la Plaza del Triunfo, entre otros puntos emblemáticos de la ciudad.
Este año, como novedad, las calles del recorrido estarán engalanadas con nuevos gallardetes en tejido azul, diseñados por el área de Fiestas Mayores. Estos gallardetes, que incluyen elementos identificativos de la Patrona de Sevilla y la Archidiócesis, añadirán un toque especial a la procesión, destacando aún más la majestuosidad del evento.
A la conclusión de la procesión, prevista para las 9:30, el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, presidirá la solemne misa estacional en la Catedral. La comitiva que acompaña a la Virgen estará compuesta por hermanos con cirio y representaciones eclesiásticas y civiles, mientras que la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla y la Música del Cuartel del Ejército de Tierra se encargarán del acompañamiento musical. Como novedad este año, el coro que acompaña la procesión ha admitido por primera vez a mujeres, reflejando así una apertura hacia una mayor inclusión en estas tradiciones.
El patrimonio que rodea a la Virgen de los Reyes es impresionante. Desde su manto hasta su corona, cada detalle de la imagen tiene una historia que contar. La corona de la Virgen, por ejemplo, es una obra maestra del neobarroco, realizada en oro y adornada con casi 12.000 piedras preciosas. Esta presea, que fue realizada por la joyería de Pedro Vives en 1904 para la coronación canónica de la Virgen, es uno de los elementos más valiosos del tesoro de la Catedral de Sevilla.
Otro elemento destacado es el sillón de la Virgen, de carey y plata, una obra del ebanista Alcoba que data del siglo XIX. Este sillón, con forma de jamuga, es una pieza única que combina la maestría de la ebanistería con la riqueza de los materiales utilizados.
Los faldones bordados en oro y sedas que cubren el paso de la Virgen son otro ejemplo del exquisito trabajo artesanal que rodea a la procesión. Estos faldones, realizados en los talleres de Olmo siguiendo un diseño renacentista, son una muestra del legado artístico que la procesión de la Virgen de los Reyes ha conservado a lo largo de los siglos.
La procesión de tercia es solo el comienzo de los cultos en honor a la Virgen de los Reyes. A partir del 16 de agosto y hasta el 22 de agosto, se celebra la anual octava en honor a la Virgen, que incluye el rezo del rosario y la predicación de don Antonio Rodríguez Babío, Delegado Diocesano de Patrimonio. Estas jornadas de oración y reflexión son una oportunidad para los fieles de profundizar en su devoción y conectar con la espiritualidad que rodea a la Virgen de los Reyes.
Además, los días 20 y 21 de agosto se celebrará un segundo besamanos a la Virgen, una tradición que permite a los devotos acercarse a la imagen de su patrona y rendirle homenaje de manera personal. Este besamanos se celebra en la Catedral de Sevilla, en horario de tarde el día 20 y durante la mañana del día 21.
El ciclo de cultos culmina el 22 de agosto con la apertura de la urna del rey San Fernando, en un acto solemne que tiene lugar en la Capilla Real de la Catedral. Este día, los sevillanos tienen la oportunidad de venerar las reliquias de San Fernando, el rey que reconquistó Sevilla y que regaló a la ciudad la imagen de la Virgen de los Reyes.
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